El centro de Madrid se convirtió anoche en escenario de los principales actos vandálicos que, junto a los ocurridos en Barcelona, sucedieron en España durante la jornada de huelga general. Al término de la manifestación convocada por los sindicatos y que transcurrió sin incidentes, grupos de radicales fueron confluyendo hacia el entorno delCongreso de los Diputados protagonizando incidentes que acabaron con nueve policías heridos de diferente consideración (cinco fueron trasladados a hospitales) y 21 detenidos tras quemar varios contenedores y marquesinas de autobús.
Los violentos primero intentaron zarandear las vallas que rodean laCarrera de San Jerónimo, que dan acceso al Congreso de los Diputados, ante lo cual los agentes policiales tuvieron que dispersarlos. Otro de los grupos de violentos, formado por más de medio centenar de individuos, arrasó poco después de las nueve de la noche con el mobiliario urbano que encontró en el entorno de la estación ferroviaria de Atocha y en la plaza de Carlos V, donde destrozaron escaparates y marquesinas.
Poco después se fueron desplazando por el Paseo del Prado, donde se produjeron los principales incidentes. Allí llegaron a acorralar a un grupo de antidisturbios, que tuvieron que parapetarse junto a la verja de seguridad de un bar. También destrozaron los bordillos de separación del carril bus y, en definitiva, todo lo que encontraban.
En el paseo de Santa María de la Cabeza, ardieron barricadas levantadas con contenedores
La plaza de Colón y la Gran Vía tampoco escaparon de la ira de los antisistema, dejando una sucesión de pequeños incendios que tuvieron su culminación con la quema de dos contenedores en la confluencia con Alcalá y Marqués de Casa Riera. Lo mismo ocurrió en viales cercanos a Atocha, como el paseo de Santa María de la Cabeza, donde ardían barricadas levantadas con contenedores o ante la misma sede de CC.OO. en el Barrio de las Letras.
La actuación de los antidisturbios de la Policía Nacional, repartidos en un dispositivo que contó con unas 40 furgonetas, evitó males mayores y al final los alborotadores quedaron reducidos a un grupo de medio centenar en la Plaza de Neptuno. A las doce de la noche y tras ser desalojados, se abrió la zona al tráfico.
Balance final
A los 21 detenidos en el marco de estos incidentes se sumaron otros 39 a lo largo de la jornada acusados de daños, resistencia, desórdenes y desobediencia a la autoridad. A dos de los detenidos en la mañana de ayer se les incautó un explosivo casero. Veintinueve personas resultaron heridas, incluidos los nueve policías citados antes.
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