jueves, 11 de octubre de 2012

Detienen en Perú a clonador de tarjetas que vivió a todo lujo durante 30 años


Una mansión de 500 metros cuadrados con piscina y un "batimóvil" son algunas de las propiedades que la Policía Nacional del Perú encontró al detener a Jaime Gustavo Salomón Villalobos, un supuesto clonador de tarjetas de crédito que vivió a todo lujo y sin restricción alguna durante 30 años.

Según reveló este miércoles Andina de Televisión (ATV) el delincuente, más conocido como "tío Jimmy", residía en una exclusiva urbanización de Lima bajo la apariencia de un "exitoso empresario" en el campo de las inversiones, aunque en realidad acumulaba todo tipo de bienes adquiridos con tarjetas clonadas a lo largo de tres décadas.

Los agentes lo detuvieron cuando retiraba dinero de un cajero automático y, cuando registraron su mansión, hallaron las copias de 150 tarjetas y otras 80 listas para recibir la información de las originales a partir de un lector de bandas magnéticas, conocido como "pescadora", que colocaba en los cajeros.

También encontraron tres DNI peruanos con identidad falsa, en uno de los cuales se hacía llamar Carlos Ponce de León Meyer, además de un pasaporte español falso y una autorización para portar armas.

"Soy inocente. Soy empresario y tengo galerías. Se han metido en mi casa y me han puesto todo eso", afirmó Jaime Salomón a los periodistas cuando fue sacado detenido de su casa.

Según mostró la televisión nacional, el "tío Jimmy", de 54 años, no se caracterizaba por la discreción y ostentaba un automóvil descapotable valorado en 100.000 dólares, totalmente negro, al que llamaba su "batimóvil" por estar acondicionado a semejanza del vehículo de Batman y llevar el símbolo del murciélago en el volante.

Trató de sobornar a los policías para que lo dejaran en libertad

Además, cuando fue detenido vestía una camisa negra con el símbolo pirata en la manga derecha, mientras que la sala de su mansión estaba decorada con un cuadro a dos tintas de la película "Scarface", donde Al Pacino aparece disparando con una metralleta.

En su garaje, guardaba un todoterreno gris, su armario albergaba un centenar de pares de zapatillas y 80 frascos de colonias y perfumes, y su compañera era una ciudadana colombiana de 25 años.

El historial judicial de Salomón comprende ocho procesos carentes de sentencia, el más antiguo de ellos de 1984, cuando ya lo señalaron como el cabecilla de una banda de clonadores.

Una grabación policial, filmada durante su detención y posterior traslado a la comisaría del distrito limeño de Miraflores, mostró como el "tío Jimmy" ofreció dinero a los agentes que lo trasladaron para que le dejen en libertad.

"No quiero llegar a la comisaría. Dime cuánto necesitas, lo arreglamos y me botas. Ahorita llamo y me dan la plata. Somos gente adulta. Lo hablamos, saco la plata y me voy. ¿Puede ser, 'brother'?", interpelaba un nervioso Salomón a sus captores.

La policía investiga la relación en los presuntos delitos de su acompañante colombiana y de un supuesto cómplice, que también se encontraba en la casa cuando se produjo la intervención.

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